Tarea para
realizar los días 26 y 27 de noviembre
Ponerse en los zapatos de un/a migrante
Les proponemos ponerse en la piel de los migrantes de distintas
épocas y responder a las siguientes preguntas:
1. ¿A
quiénes extrañarías más si migraras?
2. ¿Qué
llevarías con vos si tuvieras que migrar?
3. ¿Qué
echarías de menos de tu país si tuvieras que dejarlo?
4. ¿Te has sentido como extranjero alguna vez?
5. ¿Qué
crees que era lo más difícil de migrar en el pasado? ¿y hoy?
6. ¿Te
imaginás cómo será migrar en el futuro?
Tarea para
realizar los días 12 y 13 de noviembre
1950-2000
Los que vinieron por tierra¿Quiénes y por qué vinieron?
El ingreso de migración limítrofe a la Argentina ha
sido lento pero sostenido en el tiempo. Sin embargo, a lo largo de los años se
fue modificando el patrón de ingreso y asentamiento en el territorio argentino,
la composición por sexos y, en menor medida, la composición por
nacionalidadesEl lugar de destino empieza a ser más el AMBA y la proporción de
mujeres empezó a aumentar. Hacia 1990, dos procesos combinados aceleran esos
cambios: la caída de las economías regionales y un régimen cambiario que equiparaba
el peso al dólar.
En la migración latinoamericana reciente y espontánea, las mujeres
son cabeza de migración, es decir que son la primera persona de la unidad
doméstica que emigra, a diferencia de la migración de ultramar organizada en
que las mujeres no eran migrantes autónomas porque viajaban como cónyuges o
hijas. La decisión de migrar sigue
siendo una experiencia individual aunque la decisión es familiar, “qué mujeres
migran está vinculado con qué mujeres se quedan”.Generalmente más
jóvenes que los hombres migrantes, las mujeres llegan no sólo por razones
económicas sino también afectivas, por amor, una ruptura conyugal o para
buscar una nueva forma de vida. La mayoría son jefas de hogar, sostén de
familia. El empleo doméstico fue el trabajo principal de la mayor parte de
ellas. Asimismo, muchas veces migran en cadena con otras mujeres. Es decir,
tienen una hermana, cuñada o amiga que había migrado antes y las asiste
ofreciéndole trabajo y vivienda. Para el caso de las migrantes con hijos, otra
mujer queda a su cuidado en su país de origen. En la tierra de destino, asisten
a otras mujeres, las patronas, en el trabajo doméstico y en el cuidado de sus
hijos, “haciendo “trabajo de mujeres” para otras mujeres”
1. Para comenzar a trabajar les propongo leer la historia de Rosa
Vivir el barrio
Rosa, El derecho a la
participación comunitaria
L os días de calor Rosa se sienta en la vereda, o en ese
continuo que es vereda y acera, de cara al portón siempre abierto del Refugio
Mujeres Unidas en Acción, sobre una de las calles internas del Barrio Fátima,
en la ciudad de Buenos Aires. Con Princesa echada a sus pies y algún otro perro
siempre atento al llamado de su voz, Rosa responde al saludo de la gente que
pasa. El saludo es convención en el barrio. Alguien se detiene a prolongar la
charla. Está quien se acerca con una necesidad o con alguna novedad acerca de
lo que acontece manzanas adentro. Ella, entonces, acciona, decide, contacta. Lo
hace en su condición de presidenta del barrio, cargo para el que fue elegida
por voto popular en el año 2014.
En el Refugio, la
palabra circula y las lenguas se entremezclan. Y en el discurrir de los
relatos, sobreviene una frase en guaraní y una respuesta en español, o al
revés. Las conversaciones fluyen en un contrapunto de cadencias y códigos
compartidos. A pesar de tan expresiva oralidad, Rosa dice no saber “guaraní,
guaraní”, el que se aprende en la escuela. Es que Rosa dejó inconclusa la
escuela primaria en el andar constante de su familia entre Paraguay y Argentina
mientras fue pequeña.
Como sucede con muchas personas que migran, a Rosa le fue
difícil dejar de sentir la extranjería, ser un poco de dos lugares, al tiempo,
de no serlo de ninguno plenamente. “Yo no soy de Paraguay ni de acá. Acá soy
paraguaya y allá soy curepa”.
Rosa inauguró la adolescencia trabajando “cama adentro”,
sintiéndose presa, casi esclava. Era una indocumentada más en tiempos difíciles
para regularizar la situación migratoria. Un fin de semana decidió que no
volvería a la casa de sus empleadores. Un nuevo trabajo en un supermercado le
devolvió la libertad y sobre todo la posibilidad de hablar con todo el mundo.
Por aquel entonces tenía quince años. Para la época, para sus padres, esa
libertad juvenil se volvió motivo de
preocupación. Resolvieron, entonces, enviarla a la casa rural de la familia, en
Paraguay. Lo que debió ser un modo de control, Rosa lo vivió como un desafío y
lo capitalizó como aprendizaje. Redescubrió su tierra a través del trabajo mal
pago y del quehacer doméstico sin tregua: cosechaba algodón y ajo, molía el
maíz, sacaba el agua del pozo, inventaba comidas, ayudaba a su abuela. Y el
castigo no fue tanto porque “ganaba mi plata y aprendí a valorarla” o tal vez
no tuviera el efecto buscado porque “donde voy me encanta”.
Pasado un tiempo, Rosa
regresó a Buenos Aires y se instaló en la villa, en lo que es hoy Barrio Fátima,
muy diferente por entonces: todas casitas de cartón. Finalmente con ayuda de su
patrona logro hacerse su casa.
Cuando la epidemia de cólera llegó al barrio, por los años
noventa, la necesidad imperiosa de cuidados colectivos la llevó a trabajar codo
a codo con los médicos del centro de salud. Recuerda las primeras reuniones
entre mujeres que empezaban a organizarse en la Capilla Nuestra Señora de
Fátima, recién levantada.
Rosa, con su militante resistencia, eligió dar entidad al
trabajo comunitario y barrial a través de la creación del grupo Mujeres Unidas
en Acción. Haciendo honor al nombre, comenzaron a actuar contra la violencia de
género, de casa en casa, hasta que tuvieron lugar propio, el Refugio que lleva
ese nombre, y, por fin, la asociación civil.
El camino recorrido es reflejo de una necesidad y de una
preocupación, la necesidad de atender a una problemática de la que apenas
empezaba hablarse públicamente y la preocupación, más tangible, de ver, una
tras otra, a mujeres que lloraban, y a quienes las propias hijas de Rosa,
todavía pequeñas, abrazaban con ánimo de consolar.
Y la necesidad y la preocupación motivaron a Rosa y a las
mujeres a nuevos aprendizajes. Y apelaron al Estado, a un Estado que “baja al
territorio” propiciando espacios de reflexión, sensibilización y formación para
asegurar una atinada intervención en temas tan sensibles.
El Refugio creció en la percepción de la gente, que fue
apropiándolo en sus requerimientos cotidianos. De ser el lugar de encuentro
inicial de mujeres preocupadas por temas que hacen al saber y al deber femenino
-la protección en sus diversas expresiones- devino un espacio de referencia en cuanto
concierne a la vida barrial. En algún momento, abrió un comedor que sigue dando
respuesta al derecho más básico entre los básicos. El trajín en torno a la
cocina es reflejo de los tiempos mejores y de los otros. Tal vez, un guiso que
se cocina a fuego lento puede evocar cercanamente lo nutricio. Pero el
deambular de niños que portan jarras de leche devela la cara más descarnada de
la necesidad.
El barrio, pequeño si se lo compara
con otras villas, “es el fruto de la organización de las organizaciones”, el
resultado de los proyectos y la gestión de las personas que allí viven. Y Rosa
va enumerando cada lugar, el Polideportivo, la Casa Fátima, el Jardín Maternal,
la Asociación Construyendo Sueños, y nombrando, a sabiendas que son muchas más
las mujeres que codo a codo luchan con ella. Sentada en la mesa de su casa,
esperando la chipa recién horneada que ha amasado su marido, y al tiempo que da
una indicación a una de sus siete hijos mientras abraza a un nieto, Rosa
sintetiza el hacer en ese pequeño universo que es su barrio, de un modo
contundente: “se trata de trabajar con el corazón”. Y a Rosa se la llevan los
pensamientos y se debate en la duda sobre adoptar la nacionalidad argentina. Es
condición que se le impone cuando piensa en aspirar a un cargo electivo, como
comunera, como legisladora.
2. Luego de leer el caso de Rosa respondé:
a.
¿Qué les llamó más la atención de su vida?
b.
¿Cómo era su vida en Paraguay?
c.
¿Qué actividad tenía? ¿Cómo eran sus ingresos?
d.
¿Cómo era el lugar donde vivía?
e.
¿Por qué eligió venir a Buenos Aires?
f.
¿Por qué Rosa dice “Yo no soy de Paraguay ni de acá. Acá soy paraguaya
y allá soy curepa”?
g.
¿Cómo fueron sus primeros tiempos en Buenos Aires?¿De qué trabajaba en
sus dos venidas a Buenos Aires?
h.
¿Dónde vivía?
i.
¿De qué trabaja hoy?
Observá el siguiente video
Tarea para realizar el día 29 de octubre
¿Cómo distintos actores
sociales consideraron la inmigración?
1.
Lean el
siguiente texto y respondan la siguiente pregunta: ¿Todos los inmigrantes eran
bienvenidos? ¿Por qué?
Observen la siguiente
infografía:
https://youtu.be/ILLEt-Y6MVA(hasta el minuto 26.00)
Tarea
para realizar los días jueves 24 y
viernes 25 de septiembre
Hoy
comenzamos con un nuevo tema de enseñanza que trabajaremos en forma conjunta en
el encuentro meet que realizaremos el día jueves. Comienzo con las siguientes
preguntas.
¿Qé
es migrar? ¿Qué sienten las personas cuando migran?
Para
esto comenzaremos observando el libro Emigrantes7 de Shaun Tan, dibujante y escritor
australiano. Se trata de un libro de imágenes, pero sin texto; según el propio
autor “una novela gráfica silenciosa”.
Trabajaremos, en este primer momento, con la tapa, las páginas de guarda y el
capítulo I.
Para comenzar el trabajo, les cuento que Shaun Tan nació en Australia, de padre chino y madre australiana. Es decir, que la experiencia de la migración de su padre lo atraviesa como sujeto, puesto que él mismo cuenta que de niño, debido a sus propios rasgos, le preguntaban frecuentemente sobre cuál era su origen.
1. Mirá la tapa del mismo. Prestá atención
al título, a los colores, al dibujo y a la forma de la tapa. ¿Por qué creés que
la hicieron de este modo?
2.Observá uno por uno los rostros que
aparecen en las páginas de guarda (son las páginas que vas a ver apenas abras
el libro). Buscá en la página web personal del autor http://www.shauntan.net/about.html
Luego volvé a esas páginas del libro y
encontrá el dibujo que hizo Tan de sí mismo cuando era
muy niño. Recordá su historia familiar e indicá: ¿por qué creés que Shaun Tan
eligió dibujar todos esos rostros?
3. Habrás visto que en el libro no hay palabras que
expliquen las imágenes. Mirá las imágenes y cuentá lo que le va sucediendo a
esta familia. Prestá atención a la secuencia en la que el personaje guarda la
foto de su familia. Observá con detalle el momento en el que el hombre y la
mujer están en la cocina.
a. ¿Por qué
creés que Shaun Tan nos muestra las manos de ambos?
b. Observá la escena de la niña despertándose. Indicá
en qué momentos el dibujo parece mirar desde la perspectiva de la niña. ¿Por
qué el dibujo muestra eso?
c.
¿Por
qué creés que Tan dibuja esas colas extrañas cuando la familia está caminando
por la ciudad? ¿Qué significado tiene para ustedes?
d. Por último: ¿encontraste alguna pista
para ubicar en qué época parece transcurrir la acción del libro? ¿Cuáles? ¿En
qué época ubicarías la acción? Para ello observá la ropa, los objetos que
tienen y llevan los personajes, en qué medios de transporte viajan, entre otras
cuestiones.
Miércoles 26 de agosto de 2020:
Martes 18 de agosto de 2020:
LINK DIRECTO: https://www.slideshare.net/felipeboero1/6-a-sociales-18-y-19-de-agosto-2020
Jueves 13 y viernes 14 de agosto de 2020:
LINK https://www.slideshare.net/felipeboero1/6-a-sociales-jueves-y-viernes
Miércoles 15 y jueves 16 de julio de 2020:
Martes 23 y jueves 25 de junio de 2020:
Viernes 19 de junio de 2020:
ACTIVIDAD SOBRE MANUEL BELGRANO:
LINK DIRECTO: https://www.slideshare.net/silsosa/6-a-y-7-a-belgrano-actividad-para-trabajar-el-viernes-19-y-lunes-22-de-junio
Los alumnos de sexto grado A han preparado este video con motivo del Día de la Bandera. ¿Lo vemos?
LINK DIRECTO: https://www.slideshare.net/silsosa/6-a-soc-mierc-10-jueves-11
Miércoles 3 de junio de 2020:
Lectura y análisis de “Los Pecados de Haití” de Eduardo Galeano: http://www.ctaneuquen.org.ar/IMG/article_PDF/article_356.pdf
LINK DIRECTO: https://www.slideshare.net/silsosa/actividades-para-trabajar-los-ds-mircoles-03-y-jueves-04-de-junio-6-a
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